Hamilton,
bicampeón del mundo de Fórmula 1
Lewis Hamilton se proclamó bicampeón
del mundo de Fórmula 1 tras conquistar la victoria en el último Gran Premio de
la temporada, el de Abu Dabi, que valía doble, pero en el que no dio opción
alguna a Nico Rosberg.
El undécimo entorchado de esta
temporada, en una carrera dominada de principio a fin, le incrusta entre el
selecto grupo de los bicampeones del mundo compuesto por Alberto Ascari
(Italia), Jim Clark (Gran Bretaña), Graham Hill (Gran Bretaña), Emerson
Fittipaldi (Brasil), Mika Hakkinen (Finlandia) y Fernando Alonso.
Las opciones de Rosberg eran
escuálidas visto que no había oposición al posible doblete, y necesitaba
alguien restando puntos a Lewis, y que incluso los Red Bull salían sancionados
en las últimas posiciones. Las que le quedaban se esfumaron en los diez
primeros metros de la carrera. No salió bien, sus ruedas patinaron brevemente y
Hamilton le fulminó por la izquierda antes de doblar la primera curva. Desde
ese momento hasta completar las 55 vueltas, el inglés no soltó el liderato
excepto en los irremediables 'pit stops'.
Extrañó que Rosberg no intentara
estirar su primera detención en la primera parada para tratar de jugar otra
estrategia. Al volver seguía segundo a dos segundos, sin poder estar siquiera a
tiro de DRS para intentar un asalto al liderato.
Sí que pretendía estirar la segunda
para intentar hacer un stint final corto con los blandos pero un error en el
giro 23 le restó otros dos segundos para empezar a circular a siete de
desventaja a la vez que chillaba por la radio que tenía problemas de potencia.
Una vuelta después ya eran 11 segundos y otra después 13. Problemas de todo
tipo, con el ERS y con los frenos.
Nico empezó a rodar incluso más lento
que los Caterham mientras Lewis, con 20 segundos de ventaja, bajó
dramáticamente el ritmo. El golpe de gracia vino con el adelantamiento de Massa
en el giro 28. Las opciones se esfumaron y la cosa estaba tan clara que sólo
una avería inesperada o una lluvia más inesperada aún en pleno desierto podían
jugar alguna baza.
Tan clara que Lewis hizo su segunda
parada en la 32 y a su regreso a pista, a la vez que Nico, le volvió a pasar en
pista, con 20 km/h más de velocidad punta. Poco después hizo lo mismo el propio
Bottas, dejando a Rosberg cuarto y fuera ya de circulación, con el peor ritmo de
todos los participantes. Al final terminó decimotercero, su por resultado del
año, No le hubiera valido ni abandonando Hamilton en el último suspiro. No le
valía ni el sexto.
Por detrás Fernando Alonso se despidió de Ferrari con una discreta carrera en la que se la jugó en la salida y en la estrategia, ya que adelantó la primera parada a la vuelta 6. Fue el primero, pero regresó en medio del tráfico, un clásico para Fernando en esta carrera, y se le atragantó hasta el Caterham de Stevens con una evidente carencia de velocidad punta en el F14-T. Luego mantuvo duelos eléctricos con Button y Magnussen para finalizar noveno.
Para Lewis fue coser y cantar y
disfrutar de su primera victoria normal en un Mundial tras los dramáticos
finales de 2007 y 2008 donde ganó una corona y perdió otra en carreras
completamente locas. La única oposición la puso Felipe Massa, que estiró su
segunda parada y contaba con blandos en el tramo final frente a los duros del
inglés. Lewis tenía que aguantar 10.8 segundos en los últimos diez giros. Y lo
hizo, doblando al final incluso a un Rosberg que no quiso abandonar por
decencia. El podio lo completaron los dos Williams de Massa y Bottas.
Gana el título el mejor piloto de la
temporada, con 11 victorias y siete pole positions, mejor que la del título de
2008 gracias a pilotar uno de los mejores monoplazas de la historia de la F1
que ha acaparado todas las poles menos una y todas las victorias menos tres.
Desde Fangio es el primer campeón para la firma de la estrella.
"No me lo puedo creer, gracias,
soy campeón del mundo", gritó por la radio. "Eres una leyenda,
gracias", le dijo por la radio el mismísimo príncipe Harry, presente en
Abu Dabi e improvisado ingeniero de pista en plena celebración. Hamilton paseó
la bandera británica por el trazado y la ondeó tras bajarse del coche antes de
abrazarse a su familia, besar a su novia a través del casco, así como a su
madre y el resto del equipo.
Fuente: Marca
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